martes, 1 de diciembre de 2015

ANÁLISIS DEL BLOG


Con este blog, nos hemos sumergido en la cárcel española, abordando diferentes temas de la multitud que lo completan y visualizando perspectivas muy diferentes.

Hemos investigado cómo son realmente las cárceles españolas por dentro, fijándonos en la prisión de Sevilla: su infraestructura, los diferentes módulos, los profesionales que forman cada institución penitenciaria, etc. Para completarlo, estudiamos también otros centros relacionados con el penitenciario, como son los centros de reinserción social y las unidades de madres.

Con ello nos hemos dado cuenta de la alta calidad de la que gozan las prisiones en España – a pesar de no ser una opinión compartido por todos ya que en una de las entrevista uno de los funcionarios llega afirmar que las cárceles están “lamentables, super masificadas y mucha falta de personal”. Sus instalaciones son, en su mayoría bastante recientes por lo que pueden considerarse de primera calidad.  Los presos cuentan con un gran equipo de profesionales que velan desde su seguridad hasta su educación, procurando su reinserción en la sociedad civil una vez terminada la condena.

Hemos estudiado qué papel cumple la reinserción. Según la Ley, el objetivo final de la prisión no es que este sea un método punitivo, sino reinsertar al individuo en la sociedad, de manera que tenga  una moral cívica. El sistema penitenciario español cuenta con diversos métodos para lograr esta meta final. Mientras cumplen su condena, los presos cuentan con diversos cursos, algunos del Estado y otros financiados por otras organizaciones como La Caixa, en los que se les da la oportunidad de estudiar y formarse, así como de adquirir un desarrollo integrar para estimular sus aptitudes creativas.

Hemos conseguido entrevistar a dos funcionarios. Gracias a esto, hemos podido ver otra visión de la cárcel, de la propia reinserción, de los tratos que se dan entre los presos y con los funcionarios, las diferentes actuaciones y procedimientos a seguir que se dan en las posibles situaciones de violencia o mal comportamiento, la corrupción existente entre las autoridades, las ilegalidades presentes tales como la introducción de la droga ya sea por familiares gracias a los “vis a vis” y los propios funcionarios…

Para contrastar la información ofrecida por los funcionarios, entrevistamos a un expresidiario con más de diez años de condena a sus espaldas. Consiguiendo así una visión diferente de los hechos, desde las calidades de la cárcel hasta el trato del funcionario a los presos. Manuel que ha pasado por diferentes prisiones de España nos da una imagen negativa de las mismas ya que su estancia no fue agradable. Opina también que los programas de reinserción no son óptimos, son insuficientes ya que piden muchos requisitos para poder acceder a ellos. Critica la actitud de los funcionarios afirmando “lo mejor de la cárcel son los propios presos”. Destaca el mal trato que recibió su familia al visitarlo, ya que al gran número de impedimentos que sufrieron.

Abordamos otro tema de interés existente en la prisión: la droga. Es un tema conocido por las propias autoridades que trabajan en la cárcel como nos han hecho saber en las entrevistas. A pesar de los diferentes programas que se llevan a cabo gracias al Ministerio del Interior y otras organizaciones que tratan de disminuir el consumo y el tráfico de las mismas, la cifra de la población reclusa drogodependiente es del 54%.

Para ampliar la información acerca de las prisiones comparamos la española con otros sistemas penitenciarios a nivel internacional. El problema de la masificación en las cárceles de España lo podemos trasladar al resto del mundo. Destacamos Estados Unidos como el país con más reclusos, representando el 48,46% de la población presa. Denunciamos la baja calidad de las cárceles en Latinoamérica y Marruecos donde el sistema no respeta los derechos fundamentales de los presos. La ONU alerta de situaciones tales como hacinamientos, malos tratos hacia los presos, medidas disciplinarias abusivas, condiciones de vida insalubres, mala alimentación y falta de atención médica.

Otra problemática destacable es el trato preferente hacia ciertas personalidades. En los últimos años, las cárceles se han llenado de personajes de interés público por la gran cantidad de casos de corrupción que han salido a la luz. Investigamos acerca de la vida de estas personas en prisión y resaltamos casos como el de Bárcenas en el que se afirma que ha recibido un trato preferente.

Ha habido casos de personas que han manifestado encontrarse más a gusto en prisión que en el exterior ya sea por motivos familiares, los falta de medios para vivir en sociedad de manera eficiente o la capacidad de formarse para tener un buen trabajo. En prisión han gozado de un techo, comida diaria, servicios médicos, acceso a educación ya sea formación básica o carreras universitarias, cursos de formación laboral y diversas actividades lúdicas a pesar de la falta de libertad ya que están en un centro presidiario. Cuando abordamos el tema con uno de los funcionarios, éste no cree que existan personas en esta situación ya que “por muchas comodidades que se ofrezcan no deja de ser una prisión”, por lo cual sería una minoría la que podría llegar a preferir su estancia en prisión.

Para completar la información recolectada sobre la prisión española nos ponemos en contacto con otras personas que se encuentran relacionadas con el tema que se nos acontece: un miembro de la seguridad privada, un abogado penal y una educadora que ha impartido cursos en prisión.  A diferencia de los dos funcionarios entrevistados, estas personas sí trabajan por vocación ya sea por inquietud o por aportar el hecho de realizar una labor social por el bien común.


De manera complementaria, analizamos centros de menores en España, en el cual se denuncia la calidad existente por las falta de controles en cuanto a infraestructuras. La ley española protege a los menores de 14 años de edad ya que se les alega la falta de madurez y de consciencia, eximiéndoles de la responsabilidad de los hechos cometidos -al contrario del régimen estadounidense, en los que los menores si cumplen condena-. Existe un debate moral en la sociedad ante estos hechos. 






ENTRADA DE GRUPO.

lunes, 30 de noviembre de 2015

AMPLIACIÓN DE LA ENTREVISTA CON MANUEL VICENTE PEÑALOZA

Escrito de Manuel Vicente Peñaloza sobre su vida en prisión y sobre las causas que le llevaron a ella. 

Concretamente este encarcelamiento es debido a que lo encontraron culpable del robo del bolso de una señora.  Este documento fue publicado por la Magazine Clamor. Manuel explica que utilizaba este periódico como medio de reivindicación y para mantenerse cuerdo en los momentos de tensión




 “MODO OPERATIVO DE LA POLICÍA PARA APODERARSE DE TU LIBERTAD.

<< MÁS VALE CIEN CULPABLES EN LIBERTAD, QUE UN INOCENTE PRESO>>

Soy un joven que por circunstancias de la vida me veo privado de libertad. Maldigo mi suerte, y si es verdad que los que nacen en una mañana soleada disfrutan de una feliz existencia, estoy seguro que de yo nací en una tarde de verano, y que hacía tal calor que se produjo una tormenta de las llamadas de verano, pues mi estrella no puede ser peor.

A lo más que yo me he atrevido, a mis 27 años, ha sido a soltar algún engaño para conseguir algún beneficio, llámese timar o llámese ley del poco esfuerzo, eso sí, siempre con ánimo de lucro, pues en los tiempos que corren está claro que el vil metal es muy preciso y sólo hay dos maneras de llegar a él: “trabajando o sin trabajar”. Si digo que la primera opción no me va para nada, se deduce por lógica, que la forma por mi elegida es la segunda, pues pienso que cada persona está capacitada para una función en la vida, y la naturaleza no me ve a mi con la voluntad suficiente para desempeñar una labor que implique utilizar otros músculos que no sean los fáciles. Con esto quiero decir que no todo el mundo puede considerarse afortunado con esa distinción que me ha otorgado Dios, y que yo soy consciente de mi privilegio pues me empleado a fondo en su uso. Eso sí, con simpatía, porque por lo que he comprobado a la gente le duele menos que te lleves su dinero cuando lo haces de una manera amable, y es que no hay nada como la buena educación.

Imagino que el llevar tantos años dedicándome a ganar dinero de una forma que rozaba la ley pero sin infringirla, es lo que ha llevado a la policía a montar todo una estratagema para intentar endosarme un delito que yo no he cometido. Para ello, se han servido de una buena señora denunciante de un robo con intimidación, vulgarmente llamado sirla, y han puesto una fotografía mía de un álbum donde figuran criminales de la peor calaña para despistar, porque si no, a ver como se entiende que ante semejantes rostros esta mujer se haya inclinado por el mío. Esto a mí me produce una doble sensación: la de indefensión y la de complejo; la primera por las causas fácilmente imaginables, y la segunda porque una mente un poco sensible difícilmente puede soportar el impacto que causa el comprobar que entre fotografías de individuos que sí existieran las galeras, estarían remando, esta señora se haya inclinado por la mía que refleja las buenas facciones de un buen muchacho al que la vida ha tratado injustamente y que ardía en deseos de rehabilitación en la medida de lo posible si el destino lo permite. Y cuando hablo de destino, no me refiero a lo que tenga reservado el horóscopo, sino a la manera más o menos cruel con la que la ley decida imponerme castigo.

Llevo ya varios meses en prisión, y en este tiempo ha habido todo tipo de pensamientos, incluso para los buenos. Todavía confío en que la verdad acabará por imponerse y se demostrará que mi inocencia es absoluta y que la Ley también comete errores de vez en cuando. Errores que si se corrigen con el tiempo pueden llegar a ser disculpados – que no olvidados – pues son difícilmente olvidables.

El llevar casi cuatro meses en prisión dándole vueltas a la cabeza con el riesgo máximo de acabar con la mente tocada, y al final, he llegado a la conclusión de que no lo conseguirán. Que dominaré la situación, que permaneceré inasequible al desaliento y que cada mañana gritaré con todas mis fuerzas el deseo que sale de mis neuronas convertido en un grito.

En la ciudad más bonita que existe en Andalucía hay tanta injusticia que la están echando a perder, entre las drogas y la justicia equivocada, están acabando con mucha juventud. Porque no se va a rehabilitar a nadie que no entienda el porqué. Con esto digo y me reivindico con una frase del Código Penal que dice: “Más vale 100 culpables en libertad que un inocente preso” . Por lo cual pido un poco de ayuda a cualquier que lea este escrito, porque vivir con una cruz en tu espalda tan grande, es demasiado, con la que tenemos con la maldita droga es muchísimo ya, para que encima me crucifiquen.

Porque se me quiere  rehabilitar cuando a los que tienen que rehabilitar, es a los afalsos acusadores, que se apoyan en la justicia por encontrarse más cerca de ella.

Comento este caso por la humanidad. Esta es un poco; la historia de un preso de Sevilla, del Celular III.”




Entre los documentos que nos facilitó Manuel, destacamos recortes de prensa en los que encontramos redactado el caso de asesinato del joven Joaquín Parra Cano –posterior al caso anterior-. El primer recorte pertenece al periódico de La Voz de Almería, fechado el 3 de Enero de 1997. Debido al estado del documento no se aprecia con claridad los hechos relatados. Aparece en el apartado de sucesos, y su titular es: “Detenido en Sevilla el presunto asesino del joven abatido a tiros en El Zapillo”. El Zapillo es un barrio situado al sur de Almería.



A lo largo de la noticia se describe la actuación del Grupo de Homicidios de la Comisaría de Almería, en la que declaran que la causa de la muerte se debe a un disparo de bala en el pecho. Gracias a la cooperación de la Jefatura Superior de Policía consiguen dar con el presunto autor del hecho, Manuel Vicente Peñalosa. Éste fue detenido cuando fue a visitar a un pariente en la cárcel de Sevilla. Se afirma de igual modo el total desconocimiento del móvil de dicho acto.




El mismo periódico publicó el 10 de Mayo del 2000: “La esposa del acusado en el crimen de la calle Quesada afirma que la víctima amenazó con asesinar a sus hijas”. Se afirma la continuación de juicio por asesinato, se destaca la declaración de la esposa de Manuel en la que testifica las continuas amenazas de la víctima. Advirtiendo de la posibilidad de matar a las hijas de Carmen Emilia T –compañera sentimental del acusado-, ante las demandas de Joaquín, ella pagó por su seguridad pero no fue suficiente. Tiempo después, Manuel y Carmen marcharon a Sevilla y éste le confesó que tuvo un altercado con el susodicho.

El artículo describe una situación en la que los testigos no pueden atestiguar sí fue Manuel el causante del disparo a pesar de haberlo oído, ya que no los hallaron juntos. Es la defensa la que testifica eso y el Ministerio Fiscal sostiene que fue el sevillano quién disparó a Joaquín a menos de un metro de distancia. 





Al día siguiente, se publica el siguiente artículo: “Dos testigos protegidos declaran tras un biombo con un distorsionador de voz en el Caso Quesada”, aclarando en el subtítulo que “al igual que el resto de los testigos, no observaron la acción que causó la muerte”. En la noticia se describe como ambos testigos escucharon disparos y encontraron a un hombre tendido en el suelo sangrando, sin llegar a ver el conflicto en persona. 




Avanzando en el tiempo y situándonos concretamente en 2007,  apela Manuel al Juzgado de Vigilancia Penitencia Nº8 de Córdoba debido al rechazo del permiso de salida.
Cumpliendo condena desde el 23 de Diciembre de 1997, con más de nueve años y sin haber tenido ningún permiso de salida. Se alega la buena conducta, su participación en el Taller de Animación de Lectura que le supuso intervenir en el Concurso de Radio Nacional de España y en talleres de hilo –realizando una exposición en la Diputación Provincial de Córdoba-.  Trabajó en la limpieza del comedor y de repartidor de office, ocupando un puesto de auxiliar encargado recibiendo una nómina por ello. Cuando se redactó la alegación trabajaba simultáneamente en la limpieza de las zonas comunes del socio-cultural y participaba en el taller de animación de lectura, de reciclaje y en el ocupacional.

Aseguran el buen trato con los funcionarios y con el resto de presos, destacando la intervención de Manuel en un altercado en el consiguió calmar a los internos, llegando a obtener una nota meritoria.
Aparece en el mismo documento los motivos esgrimidos por la Junta de Tratamiento para denegar el permiso de salida. Las razones fueron la gravedad de la actividad delictiva, esto supone vulnerar el principio “nom bis id idem” –castigar al interno por el delito de la propia condena-; pluralidad de víctimas o especialmente desprotegidas; la lejanía de la fecha de cumplimiento de los ¾ de condena – según el Auto 586/1997 A.P de Madrid, Autos de A.P 9º de Barcelona del 30 de Octubre, el interno tras cumplir ¼ de la condena puede disfrutar del permiso de salida-;  la insuficiente consolidación de factores positivos; y la falta de suficiente garantías para hacer buen uso del permiso.


Se atestigua la estabilidad y el compromiso familiar al contar con un padre, hermano, cuñada y tres sobrinos que residen en Sevilla esperando el permiso de Manuel. Junto a esto, se elude al hecho de que el permiso supone una preparación para la vida en libertad de los internos y se palia los riesgos de fuga. Ya establece el Reglamento Penitenciario en el apartado II de su Exposición de Motivos que el objetivo de las aperturas de las prisiones es para propiciar el contacto del interno con el exterior.





 “Erase una vez una semilla, su madre era la tierra, su padre el sol, éramos muchos hermanos con lo que jugar, el techo era el cielo, las nubes grandes y blancas eran las que nos proporcionaban el alimento para crecer y llegar fuertes y sanos a la madurez. Tenemos muchos amigos, el viento con su fugaz melodía nos hace mecer  y rozarnos unos con otros, el caracol con su lento caminar, y muchos animales se resguardaban entre mis hermanos; pajarillos de muchos calores que en algunas ocasiones nos picotean haciéndonos unas tremendas cosquillas, aunque a veces nos hacían daño con sus picos, no sé el motivo de porque huían después de picotearnos. Nuestra amiga la tormenta nos producía miedo con su intenso ruido pero siempre nos reconfortaba con el alimento tan deseado, la fuente de la vida, el agua que nos bridaba la fuerza para cada vez ser más grandes y espigados.
Le preguntaba a mi madre cuantos hermanos tengo porque somos muchos, respondiéndome: hijo mío son muchos tus hermanos, tantos como los adornos del cielo por la noche. Madre, ¿tanto como estrellas? Entonces es imposible de contar.

[…]

… existe una casa donde vive un humano, él es hortelano, según mi madre es el cuidador del territorio, algo me decía que mi madre no se llevaba bien con él pero era algo que tenía que soportar. Aunque a nosotros nunca nos hizo daño. Nuestra madre es sabia y nos hacía desconfiar de él pero nunca nos dijo los motivos, miré al otro lado y me sorprendió mucho más cuando me percaté de muchos alambres de espinos y muros, algo parecido como la casa del hortelano pero gigante con muchas ventanas con barrotes […]”

Carta de Manuel a su madre. Titulada: El Trigo y el Preso






Mª DEL MONTE BARNETO DEL RÍO


COMPARACIÓN ENTREVISTAS FUNCIONARIOS Y PRESO.

Después de realizar dos entrevistas a dos funcionarios diferentes y otra a un ex preso, hemos encontrado dos puntos de vista diferentes sobre como es el funcionamiento y como se vive día a día dentro de prisión, además de experiencias e impresiones completamente opuestas y diferentes.

Vamos a analizar las tres entrevistas en cuanto a los diferentes puntos de vista que nos pueden ofrecer. 

Primeramente al hablar sobre la relación que establecen los presos con los funcionarios, estos últimos opinan que se puede llegar a establecer una buena relación con los presos teniendo en cuenta la duración de su condena, pero por otra parte Manuel, ex presidiario, comenta que “lo mejor que hay en la cárcel son los presos, que hay funcionarios que sí… pero que la gran mayoría son malos”. 

En cuanto a las preguntas de si son buenas las calidades de la cárceles y sobre la preferencia de muchos presos en vivir dentro de la cárcel antes que en la calle, las respuestas son prácticamente diferentes. Por un lado el funcionario Bernabé opina que es bueno un régimen de semi libertad para algunos presos, que a muchos de ellos les viene bien. Por otro lado Manuel responde que solo la minoría creen que se vive mejor en la cárcel, que eso solo se trata de personas que no tienen recursos fuera y prefieren estar dentro, además opina que las calidades de las cárceles son pésimas, tanto las instalaciones como la comida. Por último el funcionario Juan Jesús opina que las calidades de la cárceles actuales son muy buenas. 

Sobre los módulos de reinserción que hay dentro de la cárcel, el primer funcionario opina que son muy eficientes para que el interno pueda reinsertarse ya que se encuentran muy relajados y se integran. Contrariamente el funcionario Juan Jesús nos cuenta que no es lo mismo la teoría que la práctica ya que en base a la teoría todo interno debería tener facilidades para lograr la reinserción social pero en la práctica por ejemplo nos comenta “En Sevilla provincia hay 3000 presos. De estos 3000, 1500 están dentro y 1500 fuera, y van entrando y saliendo. Con lo cual, ¿Dónde está ahí la reinserción social?. El ex preso Manuel nos comenta que en todos sus años en la cárcel solo una vez pudo acceder a un curso, ya que hay poco acceso porque la masificación de las prisiones. 

Para terminar hablando sobre la droga dentro de prisión, los dos funcionarios coinciden en que saben de su existencia y son conscientes de ello. Es inevitable frenar el paso porque hay muchas formas de introducirla, Manuel nos comenta las distintas maneras de introducirla y además nos dice que los funcionarios las conocen todas. Juan Jesús nos comenta que mensualmente hay registros de celdas para evitar que haya droga. 


NURIA ROMERO MORAGA.



ENTREVISTA A MANUEL. LA CÁRCEL EN ESPAÑA




El pasado día 4 de Noviembre, realizamos una entrevista a Manuel - ex presidiario- que ha estado en varias cárceles de Andalucía, por diversos delitos. Él no considera que todas sus condenas hayan sido justas.

Manuel cuenta que por circunstancias de la vida, pasó un largo tiempo en prisión; aunque asegura que algunos delitos fueron inventados por la policía, ya que lo estaban buscando, porque reconoce que era “un ladrón profesional”. Al que se refiere es al  supuesto robo de un bolso.

Más tarde Manuel fue acusado de asesinato. Explica que si en su día hubiera existido la Ley de Protección de mujeres y niños, no hubiera entrado en las instituciones penitenciarias. En el caso de este segundo juicio, Manuel afirma que se vio sin ayuda y rodeados de falsas pruebas, contándonos que los únicos que dijeron la verdad, fueron 2 policías científicos de Madrid, a los cuales no se les tomó en serio.

En la entrevista también declara que todo el sistema judicial es consciente de los materiales ilegales que se introducen en la cárcel, e incluso se atreve a decir que en muchos casos, son los mismos funcionarios y vigilantes de seguridad los que promueven su entrada.
Al preguntarle si en la cárcel rebajan la condena por buena conducta, él nos contestó mostrando su disgusto, diciéndonos que “ni un minuto”. A su vez, nos contó que tal es el caso que tuvo que casarse dentro de prisión.

Nos reconoce que cuando una persona entra en la cárcel, siente mucho miedo y desconcierto. Le preguntamos qué sintió al salir de prisión. Manuel nos cuenta que se sentía desubicado y que anhelaba a sus familiares, ya que estos habían fallecido durante su estancia en la cárcel.

Respecto a la delincuencia dentro de la cárcel, el ex interno nos contó un gran número de experiencias. Su conclusión sobre este tema fue que hay que saber tener buenas amistades que te respalden ante posibles problemas.

Al preguntar sobre la reinserción, nos respondió que “todo no es tan bonito como lo pintan”, y que el fin último de la cárcel no es la  propia reinserción. Afirma que en sus 17 años de prisión, solamente tuvo la oportunidad de realizar un curso. Esta gran falta de entretenimiento con el que ocupar su tiempo, llevo a Manuel a escribir, forma de la que se conseguía evadir, a la vez que reivindicaba sus derechos. Estos escritos fueron publicados en tablones de diferentes cárceles, así como en periódicos.

Manuel realiza una obra crítica al sistema penitenciario español, ofreciéndonos una visión totalmente diferente a la que se nos suele ofrecer.



                                                                                  
                                                                          Francisco Tomás Mariscal Cobo

OTROS PUNTOS DE VISTA DEL SISTEMA PENITENCIARIO.

Hemos querido ponernos también en la piel de otros trabajadores del ámbito del que estamos tratando en este blog. Trabajadores relacionados con los centros penitenciarios diferentes a los funcionarios: abogado, seguridad privada, educadora, etc. A cada uno de ellos le hemos realizado una entrevista breve y concreta, donde hemos preguntado directamente por su propia opinión sobre estas cárceles, sobre la reinserción y sobre cuál es la labor de cada uno de ellos dentro de la prisión.

Andrés González es un chico de diecinueve años que no posee, debido a su corta edad, experiencia en el mundo laboral dentro de prisión. Sí tiene mucha teoría, recién estudiada, que quiere llevar a cabo. Finalizó sus estudios como seguridad privada hace pocos meses. A diferencia de los dos funcionarios que hemos entrevistado en este blog, Juan Jesús y Bernabé, Andrés sí ha sentido “vocación” o inquietud en el trabajo dentro de una prisión, por lo que su fin es trabajar en ellas. Pese a no tener experiencia, ha podido contarnos cuál es el funcionamiento y el trabajo que llevan a cabo estas personas. 




Antonio Ortiz es licenciado en Derecho con más de veinte años de experiencia a sus espaldas. Durante todos estos años ha podido conocer diferentes casos relacionados con la justicia en nuestro país. Hablamos con él para que nos ofreciera y conociésemos su opinión en relación al tema que vertebra todo nuestro blog "Lás cárceles en España". Además de preguntarle por otros temas del sistema jurídico.

"Mi moral está por encima de mi trabajo".






domingo, 29 de noviembre de 2015

CENTROS DE MENORES EN ESPAÑA



Los centros de menores conocidos como cárceles de niños o correccionales, son establecimientos  donde se intenta rehabilitar y educar a menores de edad que han cometido algún delito, y  donde ahí habitan por el tiempo que se haya dictado. Básicamente trata del encarcelamiento con fin de de transformación de la conducta.

Uno de los primeros y más conocidos centros, tuvo lugar en Sevilla en el año 1724. Fue la institución conocida como “Los Toribios”, creada por Fray Toribio de Velasco. Se trataba de una institución creada para imponer a los menores delincuentes, el código moral que la naciente sociedad burguesa aspiraba a aplicar a toda la sociedad.

Actualmente hay una gran duda sobre el procedimiento que estas instituciones siguen a la hora de reeducar a los jóvenes. Muchas personas reniegan de estas dependencias, ya que comentan que sus procedimientos a seguir solamente provocan más ira, con lo que la reinserción social sería nula y como consecuencia, la delincuencia reiterada.

El 25/04/2014 se aprobó una ley que servía para la regulación de los centros de menores, con  trastornos de conducta, hasta ahora inexistente, que impone la orden judicial como requisito imprescindible para el ingreso y regula el régimen disciplinario, así como el uso de medidas de contención y aislamiento dentro de las instalaciones. En cuanto al procedimiento disciplinario, decía que "sería el último recurso a utilizar, dando prioridad a los sistemas restaurativos de resolución de conflictos e interacción educativa" y establece que ni las medidas de contención y seguridad de los menores, ni el aislamiento de los mismos respecto de sus compañeros, ni los registros personales o materiales ni la administración de medicamentos forman parte del mismo, es decir, no pueden utilizarse como sanción.






A pesar de todo esto, hoy en día existen muchas denuncias por parte de la sociedad hacia estos centros. Sin ir más lejos, el pasado 18 de Octubre, moría Osvaldo un menor que fue castigado a una celda de aislamiento, y al encender el colchón con una cerilla, murió dentro. Muchas son las incógnitas sobre este caso. La familia se ha personado en la causa, ya que denuncia los fallos de los sistemas de seguridad. Cinco son las irregularidades principales de este caso: La primera, es que los monitores no le detectaron las cerillas. La segunda, que el material de la habitación de castigo no era ignífugo, como es obligatorio. En tercer lugar el sensor detector de humos del cuarto no funcionó. La cuarta irregularidad es que los trabajadores de guardia tardaron bastante tiempo en detectar humo, y fueron los gritos de otros internos lo que les alertaron. Por último, a los primeros policías y guardias civiles que llegaron para ayudar les prohibieron la entrada porque llevaban armas. Esos agentes portaban Oxidoc y desfibriladores, que podrían haber sido de gran ayuda en las tareas de reanimación.

También hay un gran dilema moral, sobre la ley existente en España que establece que los menores de 14 años no son imputables. "Cuando el autor de los hechos sea menor de 14 años, no se le exigirá responsabilidad", señala la normativa que data del año 2000. La edad penal en España se establece en los 18 años, pero a partir de los 14 se pueden exigir responsabilidades. Así lo marca la legislación vigente relativa a menores, recogida en el Código Penal de 1995, y posteriormente en la Ley Reguladora de la Responsabilidad Penal de los Menores del año 2000.

El artículo 19 del Código Penal dice que "los menores de 18 años no serán responsables criminalmente", aunque aclara que "cuando un menor de dicha edad cometa un hecho delictivo podrá ser responsable con arreglo a lo dispuesto en la Ley que regule la responsabilidad penal del menor".




Es la Ley Reguladora de la Responsabilidad Penal de los Menores la que completa la doctrina, al aplicarse "para exigir la responsabilidad de las personas mayores de 14 años y menores de 18 por la comisión de hechos tipificados como delitos o faltas en el Código Penal o las leyes penales especiales".

La Ley adapta el contenido del Código Penal a la realidad de los menores, con el objetivo de conseguir su reinserción, por lo que no impone "penas", sino "medidas" orientadas a la reeducación.

La legislación gira en torno a la filosofía de reintegrar en la sociedad al menor y, por ello, las medidas de internamiento son excepcionales, ya que se reservan para casos de delitos tipificados como graves por el Código Penal, y se llevan a cabo en centros específicos para menores.


Esto abre un gran debate, ya que hay muchas personas en nuestra sociedad que piensan que si un menor comete un delito, este debe de pagar por él, ya que en la adolescencia ya somos conscientes de nuestros actos, por lo que apoyan el régimen estadounidense. En Estados Unidos actualmente hay cerca de 3.000 menores de edad condenados a cadena perpetua sin posibilidad alguna de lograr la libertad condicional. Otros 2.500 reclusos cumplen el mismo tipo de sentencia, pero fueron condenados cuando todavía eran menores. Y, además, otros 10.000 menores se encuentran confinados en prisiones para adultos. Pero hay personas que dicen todo lo contrario, como suele ser el pensamiento europeo, y que va en contra del régimen de EEUU. Esta parte de la población piensa que "niños de 13 años han sido juzgados como adultos y sentenciados a morir en la cárcel sin que haya habido consideración hacia sus edades o la circunstancia del delito que cometieron".







                                                                    Francisco Tomás Mariscal Cobo

¿Cárceles cinco estrellas?

¿Qué tanto de verdad tiene eso de “en la cárcel se está bien”? ¿Mito o realidad? Para la elaboración de esta entrada, he accedido y consultado noticias publicadas en los medios de comunicación, además de contar con las declaraciones en primera persona de Manuel, a quien pudimos preguntar directamente sobre esta cuestión en concreto.
Si partimos de la entrevista que realizamos a Manuel, presidiario durante más de dieciséis años que ya se encuentra en libertad, podemos decir que “no volvería por nada a la cárcel”. Estas fueron sus palabras cuando le preguntamos si volvería a prisión por las “comodidades” que algunos presos dicen tener dentro. Nos contestó un “no” rotundo, sin pensarlo.
Pero bien, no es esta la respuesta de todos los ex presidiarios. El viernes día 4 de febrero del año 2011 se publicaba un artículo, “Un hombre al límite” en El progreso. En sus primeras líneas podemos leer “José Carnero volvió a Arxemil tras ser absuelto y pocos días tardó en darse cuenta de que estaba mejor en la cárcel, por eso tal vez habría confesado a los medios de comunicación un crimen del que fue exculpado por falta de pruebas”.
En este caso, José Carnero ingresó en prisión acusado del brutal homicidio a una prostituta, Pilar. La mujer apareció muerta a golpes con el rostro totalmente desfigurado. El acusado afirmó, tras pocos días en la cárcel, que dentro estaba mejor.
Su vida fuera era muy solitaria e independiente. No trataba con nadie, ni con su propia familia, quienes le negaron la palabra cuando éste fue acusado. El trato con los vecinos era bueno, pues no tenía relación con ellos, solo se limitaba a saludar con la cabeza cuando se cruzaba con alguno. Sobrevivía con la paga de su madre, aunque no vivía con ella. Parte de esa paga iba para pagar los servicios que Pilar le hacía cuando él la llamaba.
Con la entrada en prisión algo cambió. Dentro se le asignó un trabajo en la enfermería de la cárcel, además de servir las bandejas de comida a los internos impedidos. “Su plácida vida a la sombra llegó a su fin. Dos días de juicio, un día de deliberaciones y el jurado llegó a la conclusión de que era inocente”. Solo tres días fuera de prisión fueron necesarios para que José Carnero quisiese estar de nuevo tras las rejas. Allí tenía comida asegurada, un reconocimiento por la labor que hacía en prisión, un colchón y gente alrededor con la que relacionarse.
 Otro ejemplo comentado y publicado en la prensa, es la de “El loco del martillo”, quien también reconoció que estaba mejor en la cárcel. Aníbal González Higonet, más conocido como “el loco del martillo” salió de prisión después de 43 años dentro de ella acusado del asesinato de tres mujeres. Cuando le concedieron la libertad y comenzó su vida fuera de prisión, la vida que llevaba era de malas condiciones y mínimos recursos, razón por la que también aseguró estar mejor dentro.




Las razones por las cuales algunos presos quieren estar en prisión y no salir en libertad es, como he dicho basándome en casos concretos, porque los recursos fuera de ésta son mínimos o nulos: falta de trabajo, exclusión social, falta de recursos económicos, incluso falta de un techo bajo el que dormir, miedo a subsistir, entre otras. La situación de desesperación es tal que los reclusos llegan a pedir a sus abogados que no pidan finanzas para ellos, ya que en la calle no tienen nada.  
Se junta el no tener recursos para subsistir fuera del Centro Penitenciario, con las comodidades que los presos tienen dentro de prisión. Por lo tanto, y partiendo de la base de que nadie puede vivir del todo bien privado de libertad, los presos en las cárceles de España tienen buena calidad de vida. De hecho, España está dentro de los ocho países europeos con mejores cárceles. Centrándonos en las cárceles de Sevilla, podemos decir que, en la cárcel de Morón de la Frontera, los presos disponen incluso de una piscina climatizada.




En esta cuestión, cada recluso, tiene su propia opinión dependiendo de su experiencia o de su vida personal concreta dentro de la cárcel. Quien tiene familia fuera, un hogar, y una vida más o menos estable y acomodada, estar dentro de prisión es un verdadero calvario. De lo contrario, para aquel que no tiene dependencia familiar, amistades o recursos económicos, la prisión es su “hogar” aunque no disponga de su libertad como le gustaría; para estos presos, prima el tener estas comodidades a tener libertad. Podemos decir que, cuando no tienen nada y salen en libertad, viven la cárcel fuera de la cárcel. 





Elena González Borrallo.